‘Corredores solidarios’ está visitando los 179 ayuntamientos de la Comunidad de Madrid para visibilizar la enfermedad de la ELA. El objetivo de este proyecto es que los ciudadanos puedan conocer la enfermedad de la ELA y aquellas personas que lo deseen colaboren en la ayuda a la investigación y en mejorar la vida de los enfermos.
Este grupo está compuesto por seis personas y el domingo 11 de julio iniciaban su quinta etapa. Tras salir de Getafe llegaron a las ciudades de Fuenlabrada, Alcorcón y Leganés.
Óscar Oliveira, concejal de Seguridad Ciudadana, Comunicación, Desarrollo Local y Empleo, les entregó la bandera de Leganés y una medalla de la ciudad como reconocimiento al reto que están llevando a cabo. “Para nosotros es un orgullo que estéis hoy aquí y os agradecemos el trabajo que estáis realizando para visibilizar este enfermedad. Tanto para que los ciudadanos como las administraciones no olvidemos que se trata de une enfermedad muy dura”, les indicó.
Tras esto les agradeció el esfuerzo que están haciendo en una labor encomiable. “Vosotros decís que tenéis un reto, conquistar cada ayuntamiento de la Comunidad de Madrid y yo os digo que habéis conquistado el corazón de Leganés”.
En esta recepción participó Protección Civil con la instalación de una carpa para recibir al grupo de corredores solidarios.
Más información sobre el proyecto y la enfermedad
El objetivo de este proyecto es que los ciudadanos y ciudadanas de los pueblos y ciudades de la Comunidad de Madrid puedan conocer un poco más la enfermedad. Aquellas personas que lo deseen pueden colaborar económicamente y ayudar en la investigación de la enfermedad. Más información en el grupo de Facebook de ‘Corredores solidarios’.
La esclerosis lateral amiotrófica (o ELA) es una enfermedad del sistema nervioso central, caracterizada por una degeneración progresiva de las neuronas motoras en la corteza cerebral (neuronas motoras superiores), tronco del encéfalo y médula espinal (neuronas motoras inferiores).
La consecuencia es una debilidad muscular que puede avanzar hasta la parálisis, extendiéndose de unas regiones corporales a otras. Amenaza la autonomía motora, la comunicación oral, la deglución y la respiración, aunque se mantienen intactos los sentidos, el intelecto y los músculos de los ojos. El paciente necesita cada vez más ayuda para realizar las actividades de la vida diaria, volviéndose más dependiente.