El Pleno del Ayuntamiento de Leganés aprobó ayer por unanimidad sendas propuestas de Unión por Leganés-ULEG y Partido Popular acerca del asfaltado de numerosas calles de la ciudad que se llevó a cambo en las últimas semanas de 2021, dentro del llamado Plan Impulsa puesto en marcha por el Gobierno municipal. 

Los mencionados partidos de la oposición ya anunciaron en su momento la presentación de estas iniciativas, que se han visto retrasadas por las dificultades técnicas que impidieron la celebración del Pleno ordinario de diciembre. Así, el portavoz de Unión por Leganés-ULEG, Carlos Delgado, pedía una auditoría externa “de todo lo relacionado con el Plan Asfalto. No sólo es una chapuza que ha generado molestias innecesarias a los vecinos, sino que se han detectado múltiples irregularidades en todo el proceso”. 

Por su parte, el líder del PP de Leganés, Miguel Ángel Recuenco, anunció que “hemos pedido oficialmente al alcalde la creación de una comisión plenaria para investigar esta actuación, porque no es normal que el reasfaltado de una ciudad de las dimensiones de Leganés se ejecute cuando sus ciudadanos están en plena actividad. Tampoco es normal que una empresa que optaba a ejecutar estas obras y que ofertaba el servicio por dos millones menos haya sido excluida”.

En este sentido, el portavoz ‘popular’ aludía a la información revelada por LEGANÉS AL DÍA, según la cual los trabajos, divididos en dos lotes -por una parte obras en polígonos y por otro casco urbano- fueron adjudicados a las empresas Asfaltos y Pavimentos S.A y Padecasa Obras y Servicios por más de 21 millones de euros, a pesar de que las ofertas de estas sociedades no eran las más económicas de ambas licitaciones. 

En los dos lotes fue excluida la UTE Viales y Obras Públicas SA – Infraestructuras Conelsan SA por “ofertas anormales o desproporcionadas”. En concreto, esta UTE proponía realizar la operación asfalto en la ciudad por 6.342.000 y 9.790.000, unas cifras que hubieran supuesto un ahorro de 1.692.000 euros más impuestos a las arcas municipales.

El alcalde, Santiago Llorente, salió en su momento al paso de las críticas y, en cuanto a las molestias causadas por las obras, admitió que “nos hubiese gustado hacerlas en verano, pero como se han financiado con dinero del remanente positivo de Tesorería nos hemos tenido que adaptar a los plazos y antes del 20 de septiembre fue imposible empezar”. Llorente, no obstante, quiso disculparse con los ciudadanos, señalando que “sabemos que hacer obras de esta envergadura en otoño es un trastorno, por lo que pido disculpas a los vecinos”.

Al respecto de la polémica por el proceso de adjudicación, afirmó que, “a pesar de las dudas que algunos quieren sembrar, el proceso ha sido correcto, y si alguna empresa hubiese visto algo que no se ajustase a derecho habría recurrido, así que tenemos la total tranquilidad de que todo se ha hecho correctamente”. En la sesión de ayer el Gobierno local se limitó a mostrar su apoyo a las dos mociones, sin entrar en el asunto.

PROBLEMAS DE SEGURIDAD Y NUMEROSAS QUEJAS

A las molestias generadas por las obras en pleno otoño se sumaron problemas de seguridad, en concreto en el Polígono Industrial de Nuestra Señora de Butarque, donde los vallados invadieron prácticamente ambos carriles y algunas de las alcantarillas quedaban mal cerradas o incluso levantadas. Esto provocó constantes retenciones en las entradas y salidas del polígono, dificultando el tránsito.

Pero además de la problemática de fluidez del tráfico, se produjo un problema de seguridad. La iluminación en esta zona resulta escasa y tampoco se señalizó correctamente si una alcantarilla quedaba levantada por la noche. Esto provocó reventones y pinchazos en las ruedas y, según fuentes de un taller de la Ciudad del Automóvil, se contaron por decenas los vehículos que se recibieron en este centro.

En esa línea se pronunciaron en la sesión de ayer ediles de ULEG, PP, Unidas Podemos-IU y VOX, coincidiendo en denunciar “falta de coordinación y señalización, daños a vehículos, falta de in formación, desvíos de líneas regulares de autobuses que desconocían incluso los propios conductores, operarios de las obras llevando a cabo la señalización de los desvíos sin saber cómo se hacen correctamente…”.