La apuesta por la mejora de las comunicaciones en el municipio de Leganés no está saliendo como se esperaba. El Ayuntamiento se apuntaba el tanto de haber elaborado el plan más ambicioso y caro de la historia de la ciudad, pero la ejecución y la información que Leganés al Día publicó el pasado 26 de noviembre sobre la adjudicación de las obras a un particular a dedo están dejando en evidencia al Gobierno municipal.
Más de 150 calles y los aledaños de las de las fábricas y naves industriales de los polígonos se están viendo afectadas por estas obras, Y como no puede ser de otra manera son muchos los vecinos afectados en su día a día. Tanto es así que basta con entrar a las redes sociales y encontrar una gran cantidad de mensajes que muestran descontento, indignación, desaprobación y cansancio por la gestión del Plan Impulsa.
Hay quejas de todo tipo: desde la propia incomodidad de las obras hasta la falta de previsión del Ayuntamiento para prevenir algunos problemas que se han ocasionado. También hay quien pide que, mientras duren las obras, se acondicionen las carreteras para que la circulación siga siendo segura.
Incluso hay quien ve alguna predisposición a hacer lo menos tortuosas posibles las molestias en unas calles concretas de la ciudad, como por ejemplo la calle el charco, donde se encuentra la sede del PSOE y el Mercadona.
En definitiva, el Plan Impulsa de Leganés no está dejando buen poso entre los vecinos de la localidad, que parecen más molestos según la situación se va alargando y no ven el final de las obras cercano para volver a realizar sus actividades diarias sin el incomodo de tener calles cortadas o en estado de reparación. Y más allá del plano social, esto repercutirá en el plano político tras la petición del Partido Popular para la creación de una comisión de investigación y la auditoría externa solicitada por ULEG para aclarar las dudas sobre la adjudicación de las obras.