eganés lleva sumido cerca de un mes en la mayor operación asfalto de su historia. El Gobierno local (PSOE y Ciudadanos) aprobó una actuación que afecta a más de 150 calles de la ciudad y la práctica totalidad de los polígonos industriales.

Los trabajos, divididos en dos lotes -por una parte obras en polígonos y por otro casco urbano- fueron adjudicados a las empresas Asfaltos y Pavimentos S.A y Padecasa Obras y Servicios por más de 21 millones de euros.

Sin embargo, las ofertas de estas sociedades no eran las más económicas de ambas licitaciones. En los dos lotes, fue excluida la UTE Viales y Obras Públicas SA – Infraestructuras Conelsan SA por “ofertas anormales o desproporcionadas”.

En concreto, esta UTE proponía realizar la operación asfalto en la ciudad por 6.342.000 y 9.790.000, unas cifras que hubieran supuesto un ahorro de 1.692.000 euros más impuestos a las arcas municipales.

Unas ofertas que los tres técnicos municipales que calificaron los proyectos decidieron excluir, primero porque incurrían en una excesiva baja y más tarde porque la UTE “no aporta justificación desglosada, razonada y detallada de los precios de ejecución del contrato, por lo que no queda justificada la oferta económica presentada por la empresa”. Y es que la sociedad se ratificó en sus precios de licitación cuando se le pidió que justificara los mismos, esgrimiendo “su experiencia y la base de precios propia”.

Entendían, por lo tanto, que la Operación Asfalto de Leganés era viable con presupuestos más ajustados como ellos proponían, algo que no convenció a los funcionarios del Ayuntamiento, que decidieron rechazar ambas propuestas y adjudicar a las empresas mejor puntuadas.

Las bajas anormales o desproporcionadas son una constante en la licitación pública de nuestro país. Cuando esto sucede, son muchas las sociedades que justifican estos precios “demasiado baratos” argumentando su experiencia, capacitación o solvencia. La capacidad de decisión recae en el técnico que debe valorar si la adjudicataria será capaz de cumplir con el pliego de condiciones en tiempo y forma según las clausulas del mismo.

En la Operación Asfalto de Leganés, la aceptación de dichas bajas por parte del equipo técnico municipal hubiera supuesto adjudicar las obras por 19,5 millones de euros en lugar de los 21,5 que pagará finalmente.

En las últimas semanas, han sido muchos los vecinos que han lamentado a través de las redes sociales las incomodidades de las obras, así como ciertos desajustes en los trabajos que provocan desconcierto en conductores y peatones.

El alcalde de Leganés, Santiago Llorente, ha pedido “paciencia” a los vecinos ya que tendrán que convivir con las obras durante un año.