Carlos Delgado, impulsor y principal cara visible de Unión por Leganés, afronta este próximo mes de mayo un nuevo reto electoral con el objetivo, una vez más, de romper el bipartidismo en la localidad. En esta entrevista concedida a Leganés Actualidad analiza su proyecto, las carencias del municipio y sus objetivos para la próxima legislatura.

¿Cómo calificarías la actual legislatura en líneas generales?

Cuatro años perdidos para la ciudad, donde el alcalde y los satélites del PSOE han logrado la hazaña de poner en su contra a todo el arco político del Pleno, a las entidades vecinales, a las empresariales, a las sindicales, a las deportivas… Una gestión fallida propia de un gobierno formado por personas incompetentes. Por suerte, ya nadie cree las excusas de Llorente y ha quedado desnudado como un gestor pésimo en todos los sentidos, donde solo la endogamia de su organización le permite seguir.

¿Cuáles son los pilares del proyecto de ULEG para los próximos cuatro años?

Los edificios que son sólidos lo son precisamente por la firmeza de sus pilares y los nuestros son los mismos con los que se cimentó nuestra formación: transparencia, honradez, eficacia, cercanía y compromiso total con Leganés y con sus vecinos, nuestros únicos jefes.

¿Qué necesidades perentorias han quedado sin cubrir en estos últimos cuatros años en la ciudad?

Los servicios públicos han sufrido un deterioro absoluto. Las calles ni están limpias ni bien mantenidas, el 010 funciona fatal, los vecinos encuentran un muro para cualquier gestión, se ha privatizado la grúa municipal o el laboratorio municipal mermando prestaciones para los ciudadanos, noches donde no había ni una patrulla de Policía Local, pequeños negocios ahogados ante el pasotismo del gobierno de Leganés. La necesidad perentoria es desalojar democráticamente al alcalde y al PSOE del ayuntamiento para que pueda respirar por fin después de tantos años de enchufismo, mediocridad y carencia de proyecto para la ciudad.

¿Qué supondría para Leganés la entrada al Gobierno de ULEG?

Una oportunidad para reiniciar el ayuntamiento, liberar a la administración local de los vicios adquiridos y poner al servicio del vecino un modelo atractivo e ilusionante de ciudad. Somos esa inyección de frescura, vitalidad y energía positiva que necesita Leganés

En un contexto en el que las mayorías absolutas son una quimera ¿cierra la puerta a priori a posibles pactos con alguna fuerza política en concreto?

Lo que siempre hemos dicho y diremos es que el voto a ULEG es a ULEG y a su candidato, no para que gane o pierda otro. Esa independencia y carácter vecinal creo que nos lo hemos ganado a pulso. En democracia es sano y deseable llegar a acuerdos porque nadie posee la verdad absoluta y la sociedad es plural, como también lo es un ayuntamiento. Con un programa encima de la mesa que defienda la mejora de los servicios públicos, los derechos humanos donde nadie sea más que nadie y una gestión profesional, honesta y que escuche de verdad al vecino se puede pactar con quien lo respete. Lo que tenemos claro es que nuestro votante no se va a sentir ni engañado ni decepcionado, no como otros que se hartan de decir que no pactarán con este o aquel y luego ya vemos lo que hacen.

¿Cómo definirías la labor de oposición que se ha llevado a cabo en estos años de Gobierno de Santiago Llorente?

Además de ULEG que claramente ha liderado la labor de oposición y ha actuado con contundencia y al mismo tiempo ofreciendo soluciones, tanto PP como Unidas Podemos-IU desde sus enfoques ideológicos han trabajado por ofrecer alternativas y señalar los graves errores e incumplimientos de la gestión del alcalde y del PSOE. El resto de formaciones o han sido subordinados del gobierno o irrelevantes. A la oposición política también se ha sumado la oposición del tejido asociativo de Leganés, ninguneado y pisoteado por Llorente. La concentración del 19M en defensa de lo público y en contra de las políticas del PSOE en Leganés es buena muestra de cómo ha gobernado este alcalde y cómo ha conseguido el rechazo del conjunto de la sociedad, especialmente de los colectivos más progresistas.

Los últimos acontecimientos en La Cubierta han vuelto a poner de relevancia la compleja situación de esta instalación. ¿Qué soluciones propone?

Se han de adoptar varias medidas y actuar con firmeza y constancia. Por un lado es necesario reforzar la presencia policial, pero la solución en el medio y largo plazo pasa por recuperar por parte de la institución toda la concesión de La Cubierta y los locales aledaños para hacer de ese espacio y ese entorno un lugar amable, atractivo, enfocado en un ocio pacífico que además sea una seña de identidad en positivo para Leganés: representaciones teatrales, encuentros gastronómicos, pasarelas de moda, conciertos para todos los públicos, gimnasios…

EMSULE ha sido otro de los focos de conflicto en los últimos meses. ¿Cómo valora la situación de la empresa pública?

La Empresa del Suelo de Leganés siempre ha sido un chiringuito, un nido de colocación y enchufismo especialmente del PSOE donde las contrataciones y las gestiones son opacas. Desde hace años desde ULEG hemos reclamado una auditoría seria y rigurosa y hemos sido los únicos que con independencia de quien la ha gobernado ha exigido una gestión limpia. Ahora que se acercan las elecciones se está utilizando por un arma arrojadiza entre PP y PSOE, donde ambos tienen mucho que callar, especialmente Llorente, que hasta tiene a familiares contratados en la empresa y a media ejecutiva local. Sólo un gobierno de ULEG garantizará que EMSULE preste el servicio para el que supuestamente nació y casi nunca ha cumplido: ayudar a los vecinos de Leganés a encontrar una vivienda digna en condiciones razonables.

La seguridad y la situación enconada entre Gobierno y Policía Local ¿tiene solución viable?

Por supuesto, tenemos la suerte de contar con unos magníficos profesionales de Policía Local, con un gran compromiso público, pero a los que se les ha faltado el respeto por parte del alcalde y el edil de Seguridad en reiteradas ocasiones. Muchas mentiras, manipulaciones, abusos… Me comprometo a sacar cada año plazas para que en Leganés no haya menos de 225 efectivos, a dotarles de los medios adecuados (radares, etilómetros, sonómetros, equipos…), a acondicionar integralmente el edificio y, sobre todo, que es lo más importante: a tratarles con la máxima dignidad.

La limpieza es otro de los puntos importantes y que más preocupan a los vecinos. ¿Qué alternativas vislumbra ULEG?

No hay que tener miedo a hablar de la municipalización del servicio de limpieza. Creemos que desde una gestión directa se puede hacer un mejor servicio y además más barato. En ese proceso mientras los contratos van terminando hay que exigir lo que se recoge en los pliegos. Gran parte del deterioro de la limpieza en Leganés se debe al “conchabeo” que hay con las contratas y a que la política de adjudicar los servicios al mejor postor (o peor, según se mire) haya hecho que al final lo barato nos esté saliendo muy caro. Por otro lado, no cabe duda de que hay que volver a emprender campañas de concienciación vecinal, porque no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia y actuar con contundencia ante los comportamientos incívicos. Nuestra propuesta en este sentido es poner en marcha una Brigada Verde.

ULEG acaba de cumplir 20 años desde su fundación. ¿Cómo valoras vuestra trayectoria en estas dos décadas)?

Hablar de tu propio partido es siempre incómodo, prefiero trasladar la valoración que siento de los miles de vecinos con los que hemos tenido y tenemos contactos y no puede ser más óptima. Cuando nos dicen en otros municipios que ojalá hubiera un ULEG en cada pueblo de España nos llena de orgullo. Muchos saben que gracias a nosotros se quitó la injusta tasa de basura, volvió la UNED a Leganés, se devolvió a muchos vecinos lo estafado por las preferentes o se ayudó a los afectados por Funydent. Y ver, a diferencia de otros que tal como vienen desaparecen, cómo seguimos con la máxima ilusión y además con una acreditada experiencia y éxito como se demostró en nuestros últimos premios al Independiente que hizo de Leganés una referencia en lo bueno nos anima a seguir trabajando porque creemos que ha llegado nuestro momento.

¿Qué soluciones plantea para la situación que atraviesa el pequeño comercio de Leganés?

Hay que poner en marcha un plan integral, desde aplicar unas políticas que dejen de beneficiar a las grandes superficies a hacer más accesible la compra y la afluencia de público. Hay que dejar de exprimirlo a tributos y favorecer la puesta en marcha de negocios. De ahí nuestra propuesta para los nuevos emprendimientos de la tarifa 0,0 (cero tributos y cero trabas) a la hora de iniciar una actividad. Desde el ayuntamiento se puede ayudar a profesionalizar el sector, a auxiliar con herramientas de márketing, de diseño, de gestión. Por supuesto hay que tener bien mantenidas y hacer atractivas nuestras calles y polígonos. Iniciativas como el carné pepinero con descuentos a los establecimientos adheridos para revitalizar el comercio y generar fidelidad en los clientes… Y sobre todo que el pequeño comercio se sienta escuchado, que no esté solo y vea que el ayuntamiento es su amigo, no un monstruo que sólo quiere sacarle jugo.

La labor de Carlos Delgado al frente de ULEG ¿tiene fecha de caducidad?

Si me permite la broma, los buenos productos no tienen fecha de caducidad. Han encontrado miel con centenares de años de antigüedad y mantiene todas sus magníficas propiedades. Me encuentro en mi plenitud y con innumerables proyectos y planes para ULEG, pero el importante en este proyecto no soy yo, lo importante es lo que representa nuestro partido, una forma de hacer política distinta, valiente, comprometida, que busca ser la casa común de todos los vecinos, donde nos centramos en lo que nos une y no en lo que separa, que busca soluciones concretas a problemas reales. Y ese proyecto es eterno porque estoy seguro de que ya una vez germinada la semilla siempre, sea cuando sea ese momento, habrá quien tire del carro.